Mariano Rajoy entra en una sucursal del Santander.
Se dirige a la ventanilla y saluda a la cajera,
-Buenos días señorita, ¿podría pagarme este cheque?
-Será un placer, señor.
Por favor, ¿podría mostrarme; su DNI?
-En honor a la verdad, no he traído el DNI, pero no creí necesitarlo, soy Mariano Rajoy, el próximo presidente del Gobierno de España.
-Sí señor, se quién es usted, pero la normativa del banco es estricta en este sentido y debo insistir en que me muestre su DNI.
-Pregunte a cualquier persona aquí en el banco y le dirá quién soy.
Todo el mundo sabe quién soy.
-Lo siento señor Rajoy, esta es la normativa del banco y yo debo atenerme a ella.
-Por favor, le ruego que me pague este cheque.
-Mire señor Rajoy, ya sé que vamos a hacer.
Un día vino Rafael Nadal por aquí sin DNI.
Para probar que era Rafael Nadal sacó su raqueta de tenis e hizo un saque fabuloso desde la otra punta del patio de operaciones y metió
la bola en mi taza de café. Con ese saque supimos que era Rafa Nada y le pagamos su cheque. Otro día vino Sergio García sin DNI.
Sacó su putter y metió una bola a la primera en mi taza de café.
Por ese golpe le pagamos su cheque.
Así que, señor Rajoy,
¿Qué puede usted hacer para demostrar que es usted el futuro Presidente del Gobierno?
Rajoy se queda allí de pie pensando y pensando y finalmente dice:
Honestamente, no se me viene nada a la cabeza.
No se me ocurre nada.
¿Billetes grandes o pequeños, señor Rajoy?
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